La Obsesión Del Día

Lo que hoy me ha obsesionado

Archivar para el mes “junio, 2012”

“El nombre del viento” y el iPad, una combinación deliciosa

Que vaya por delante que no soy un gran aficionado a la literatura. Me gusta, pero requiere una dedicación que en la mayoría de ocasiones no estoy dispuesto a ofrecer, me resulta más cómodo ver una película, una serie de TV o jugar una partida a la consola. La gente que lee asiduamente tiene un hábito, una adicción sana por leer que les hace devorar libros uno tras otro, pero a mí no me suele pasar.

Sí que es verdad que en varias ocasiones me he enganchado a algún libro que termino rápidamente, pero suele ser contraproducente. Cuando sucede esto empiezo otro libro con el mismo ímpetu que termino el anterior, pero claro, no se puede esperar el mismo ritmo de una novela que empieza que el de otra que llega a su cenit. Ahí es donde llega la desilusión…y donde al cabo de pocos días abandono.

Ya no recuerdo la última novela que leí antes de la que quiero comentar, lo que sí recuerdo es que se trataba de una edición en papel. Y es que esta última novela que he leído es especial y creo que la recordaré durante mucho tiempo por dos motivos, por su calidad, y por ser la primera obra que he leído en formato digital. “El nombre del viento” y el iPad han conseguido devolverme la pasión por leer.

El Nombre Del Viento

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¿Qué TV me compro?

La obsesión de hoy en realidad empezó a gestarse el pasado domingo. Fue un domingo de acontecimientos deportivos televisados, final de Roland Garros, Gran Premio de Fórmula 1 de Canadá, debut de la Selección Española en la Eurocopa… Fue un día de auténtico “sillonbol”, de esos en los que dejas el sofá con la forma de tu trasero tatuada. La única distracción era cambiar de una cadena a otra cuando acababa un evento y empezaba el siguiente.

Además, parece que las cadenas por fin se han tomado en serio la alta definición, ahora podemos ver perfectamente el bote de la bola de Nadal, las “pelotillas” de goma de los neumáticos del Ferrari de Alonso,  las briznas del césped del campo de futbol, y hasta  el sonajero logotipo de la Eurocopa grabado en el balón… (más o menos)

Pues bien, el domingo me di cuenta de que el salón de mi casa no es el sitio más adecuado para el monitor de 27’’ que utilizo como televisor improvisado. Desde que nos mudamos hemos ido tirando con este televisor/monitor de doble función que tiene buena calidad y receptor TDT de alta definición incorporado, pero cuyo tamaño desluce un poco como pantalla principal de la casa.  En parte por el dinero, y en parte porque me abruma la oferta actual de televisores, la decisión de compra la he ido retrasando.

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«Los Vengadores»

Ayer fuí al cine a ver la película de los Vengadores y disfruté como un niño. No se me ocurre otra manera de expresarlo, me lo pasé en grande, y salí de la sala eufórico, lamentando que el espectáculo que acababa de ver no durase más tiempo.

Sentí la emoción del que va al cine por primera vez, la emoción que recuerdo cuando vi “Indiana Jones y el Templo Maldito” en una sala con 3 años. Tal vez sea uno de los primeros recuerdos que tenga, y es que se me quedo grabado a fuego: la trepidante persecución con los vagones de la mina, la serpiente del “banquete” rellena de pequeñas crías, la sopa con picatostes ojos, el postre de cerebro de mono, o “el tío de los cuernos” arrancando corazones vivos con la mano. También recuerdo que mi madre intentaba, sin mucho éxito, taparme los ojos cuando aparecían imágenes inapropiadas, pero, o bien llegaba tarde, o lo veía a través de sus dedos, o cedía ante mi insistencia por ver todo aquello tan divertido que sucedía ante mi vista. Leer más…

“Call me” de Shinedown recupera mis inquietudes musicales

De vez en cuando me da por escuchar cosas nuevas, regalo a mis oídos nuevas partituras en busca de algún grupo que pueda sorprenderme. Antes lo hacía más a menudo, estaba más al día de lo que sucedía en el panorama musical,…y pensaba que siempre sería así. La cuestión es que con la edad te vuelves menos maleable, tienes más asuntos que atender, y te conviertes en lo que pensabas que nunca serías, un adulto con preocupaciones de adulto. “En la edad está el misterio” dicen, y ya lo creo que es así.

Volviendo al tema de la música, el afán de descubrir nuevos sonidos se ha ido perdiendo con el tiempo, de forma que sigo escuchando los mismos discos que compré hace más de diez años. Me gastaba toda la paga en CD’s y revistas de música pero eso ya pasó. Sin ir más lejos, hace 2 meses me compré una revista especializada (por aquello de rememorar viejos tiempos), pero ya no funciona…he leído la portada y una entrevista al cantante de mi grupo preferido…sí, lo habéis adivinado, ¡el de hace doce años! Ni rastro de interés en las novedades musicales o el resto de secciones de la revista.

Sin embargo a veces, como comentaba al inicio, siento la necesidad de buscar sonidos nuevos y volver a otra época en la que consumía mucha más música. Para saciar esta necesidad me resulta muy útil la radio por internet, donde puedo escuchar canciones de un determinado género y saber el título y el artista al momento. Pues bien, escuchando esta tarde un canal de metal americano han puesto la canción “Call me” de Shinedown, que no conocía aunque no es precisamente reciente (“The Sound of Madness” – 2008).

Automáticamente se ha convertido en la obsesión musical del día. Leer más…

Me he enamorado del Range Rover Evoque

El proceso de decisión de compra es complejo…a veces. Es complejo cuando necesitas encontrar un producto que satisfaga tus necesidades, sin carencias y sin sobras.  Normalmente, en esta decisión participan diferentes aspectos restrictivos, como es el económico, que invitan a la prudencia y a la adquisición de productos con menos funcionalidades.

Las compras de alto valor, cuyo desembolso supone un gasto importante, son las que se realizan tomando en cuenta más variables, opiniones y ofertas. Son las compras en las que se puede sentir el “miedo” a equivocarnos, ya que normalmente no existe una opción fácil y/o barata de subsanar el error en caso de equivocación. Son artículos que se adquieren para un periodo de tiempo elevado (incluso para toda la vida), de precio elevado, y que deben satisfacer unas necesidades concretas. Por ejemplo, no parece adecuado comprar un descapotable biplaza si tenemos familia numerosa, o  adquirir un inmueble en el campo si pensamos mudarnos a la ciudad.

Hasta aquí la teoría es clara, la parte racional debe tomar dicha decisión,…pero no, la parte irracional es capaz de cegarnos y hacer que las decisiones se basen en aspectos mucho menos prácticos. Y en este punto me he encontrado hoy al ver en la calle el Range Rover Evoque. Leer más…

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